La Torre Morisca o Reloj Publico de Guayaquil

Durante muchos años la ciudad de Guayaquil reclamaba un sistema adecuado para contar las horas del día desde su fundación definitiva en 1537. Al inicio en la historia de Guayaquil, no faltaban en las oficinas de ciudadanos importantes las clepsidras o relojes de agua y ampolletas o relojes de arena que marcaban sus jornadas de trabajo. El Reloj público que actualmente admiramos sobre el Malecón Simón Bolívar a la altura de la Avenida Diez de Agosto, tiene una interesante historia desde sus inicios cuando fue traída su maquinaria desde Inglaterra.

Fueron los dominicos quienes cuando se establecieron en la ciudad instalaron en su convento un reloj de sol para marcar las horas del día con el talante de su iglesia, los agustinos también hicieron su aporte al tener dentro de sus instalaciones “un hermoso reloj de arena de dos ampollas muy grandes y con un fácil mecanismo de balancín para darse su propia vuelta y volver a empezar a marcar la nueva hora” (Chavez Franco, 1930).

Los jesuitas también contaban con su reloj que a la sazón era mecánico y por tanto un portento en aquella época, dicho reloj pasa a propiedad municipal alrededor de 1783 luego de la expulsión de los jesuitas, fue emplazada en una torre sobre el antiguo cabildo, este artefacto más pasaba descompuesto que andando y para 1799 llega Don José Muñoz, artífice relojero, que pide 8 pesos para componer dicho desastre de reloj que tomó poco tiempo en volverse a descomponer, por dicha compostura pedirá ahora 25 pesos, de ahí en adelante se volvió una pesadilla para el municipio por necesitar ingentes cantidades para el arreglo de dicho artefacto, en 1817 se construye el nuevo edificio del cabildo y se cambia a esta edificación, se re compra a Santiago Espantoso el reloj para dicho efecto, este será reloj que estará funcionando para la gesta de Independencia de 1820 dando sus campanadas en la Aurora Gloriosa del 9 de octubre, la mencionada máquina se mantendría en funcionamiento hasta su reemplazo ejecutado por el entonces gobernador de la Provincia de Guayaquil don Vicente Rocafuerte.

La maquinaria del actual reloj público fue inaugurada el 9 de octubre de 1842, esta maquinaria fue encargada en mayo de 1839 a la casa Santiago Moore French de Londres, justo en pleno apogeo de la fiebre amarilla, dicha maquinaria reemplazaría a la de los jesuitas para cuyo efecto se encargó la reparación de la torre del edificio del Nuevo Cabildo a don Juan Francisco Icaza y al maestro mayor de carpinteros don José María Martínez Coello, esta máquina no sucumbió al incendio, de hecho fue mudo testigo del Gran Incendio en 1896 ya que la casa del Cabildo y el Mercado de abastos no fueron afectados durante este incendio, ambos edificios fueron incinerados en 1908 para dicha fecha el primero contaría con cerca de 100 años de construcción mientras que el segundo rondaría los 136 años.

En 1902 se desmonta la torre y después en 1905 se vuelve a colocar este reloj en el Mercado de la Orilla que se encontraba ubicado a un costado de la casa del cabildo, en 1909 se construyeron dos pisos más a la torre para darle mayor visibilidad manteniéndose ahí hasta 1920.

El 25 de abril de 1923 se inaugura la nueva torre del Reloj (que no es la actual) y permaneció allí hasta ser desmontada en 1927 por fallas estructurales.

De 1927 a 1930 la base que se mantenía fue utilizada y adecuada para servicios higiénicos, La actual torre se empezó a construir el primero de agosto de 1930 e inaugurada el 24 de mayo de 1931, los encargados de esta obra fueron el Ingeniero Francisco Ramón y el Arquitecto Joaquín Pérez Nin. En 1937 el Arquitecto Juan Orús Mandiyá modificó la ornamentación exterior e interior de la edificación, el toque morisco fue a petición de la administración municipal que en aquella época admiraban la Giralda de Sevilla y quiso proporcionara Guayaquil una obra de ese estilo, el Arquitecto Emilio Soro también colaboró en la ornamentación de la torre.

La construcción es una base octogonal de unos 28 metros cuadrados rematada con una cúpula árabe-bizantina que alcanza los 23 metros de altura. Espero amigos que esta información les sirva para conocer algo de uno de los sitios emblemáticos de la ciudad de Guayaquil y transmitan esta información a sus amigos, turistas y familiares para que conozcan un poco de este bello edificio, si conocen más datos de este edificio les solicitó compartan para ir aumentando la información de utilidad que podemos compartir. La mayor parte de las fotos no son de mi autoría, las encontré navegando aquí y allá pero le gusto a mi esposa y quise ponerla.

Autor:
Lic. Ricardo Carrera Nicola
Presidente
Corporación de Profesionales en Turismo del Litoral
Guía Nacional de Turismo


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